Nieto Senetiner, una de las bodegas más
antiguas en la zona de
Mendoza, ha tenido un 2016 complicado debido a las condiciones climáticas que se han presentado, sin embargo, esto no ha significado un cambio negativo; por el contrario, la calidad y los nuevos perfiles en sus producciones han mejorado
Mendoza, ha tenido un 2016 complicado debido a las condiciones climáticas que se han presentado, sin embargo, esto no ha significado un cambio negativo; por el contrario, la calidad y los nuevos perfiles en sus producciones han mejorado
Este año la corriente del niño afectó en gran manera a Mendoza, uno de los lugares más emblemáticos y representativos en cuanto a vinos argentinos se refiere. Las heladas, el exceso de lluvia y la fría primavera son solo algunos de los elementos que, de alguna manera, obligaron a las bodegas a replantear y modificar sus procesos de manera que no se vean golpeados o sacudidos por estos fenómenos naturales. Por ejemplo, la bodega Nieto Senetiner tuvo que emplear un tratamiento fitosanitario de emergencia para no desarrollar hongos debido a la excesiva humedad de la zona y preservar de esta manera la mayor cantidad de uvas de alta calidad posible.

De
esta manera la añada 2016 se perfila como una de las mejores que se haya tenido
en años; Gonzáles espera que esta añada sea mucho más floral y herbácea que las
cosechas anteriores. Además de las condiciones frutales que desde hace algún
tiempo ha caracterizado los vinos de la bodega desde que dejaron de darle tanto
protagonismo al paso por la madera, “queremos llegar a las nuevas generaciones,
a los millenials, de una forma agradable sin bajar la calidad”, enfatiza. Y es
que, siguiendo la tendencia mundial, Nieto Senetiner ha empezado a conquistar
los paladares más jóvenes con vinos de alta calidad pero con perfiles más
agradables y fáciles de tomar.

Otro
de los aspectos que resalta la bodega y por lo que Gonzáles dice sentirse
orgulloso es el programa de capacitación y formación que ofrecen a sus
empleados direccionando los temas con acciones específicas para cada área. De
esta manera se enseña gestión medioambiental, gestión de calidad y capacitación
técnica y gestión de seguridad e higiene. Esto permite a los trabajadores estar
mejor capacitados para poder reaccionar debidamente ante cualquier situación de
urgencia que pueda afectar los cultivos, además de asegurar la calidad de los
vinos que producen.

Los
premios que la bodega ostenta llaman también bastante la atención. Esto, como
indica Gonzáles “no es un determinante, pero es un indicador de que estamos
haciendo las cosas bien”. Hace un año el destacado crítico James Suckling,
puntuó el Nieto Senetiner Bonarda Reserva 2012 con 90 puntos, un vino que
destaca por su color rojo cereza y sus matices violáceos. Otro de los premios
más importantes que tiene la bodega es la medalla de plata que obtuvo el
espumante Grand Cuvée Brut Nature, que destaca por sus aromas florales y la
ligera madera por el añejamiento en roble francés.
Nieto
Senetiner es sin duda una de las bodegas más representativas que promete
entregarnos buenos vinos el año que viene. Vinos sinceros, de calidad y con
grandes perfiles.
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